miércoles, 7 de noviembre de 2012

Mujer





“Las mujeres somos inspiración, gracia y belleza. Dios nos concedió el don de la vida y con ella nos dio la capacidad de ser fuertes para defenderla; de contar con la sabiduría para nutrirla y con el tesón para salir adelante” (1)

SOY es mi primera dimensión. Es por ello que la primera entrada de mi blog en esta dimensión lo haré destacando que SOY MUJER. Solo decirlo me llena de satisfacción pues soy consciente de lo ha significado ser mujer en la historia y lo que significa ser mujer en la actualidad. Me siento como muchas mujeres que viven sus emociones en un solo día y que con una sola mirada pueden transmitirlas día a día.  Dignas mujeres cuyos vientres hospedan otras almas y al dar a luz quedan ciegas ante la belleza de sus hijos. Mujeres que enseñan a volar pero luego,  no quieren ver partir a sus pajarillos aunque no le pertenezcan (2).

La historia ha sido sinónimo de lucha para nosotras las mujeres. Cambiar por completo el paradigma  que el rol de la mujer es estar dedicada a las tareas del hogar y al cuidado de los hijos tomará aún tiempo.  Por ello, como mujer,  coincido con otras personas, que el concepto de “femineidad” no solo tiene que ver con las responsabilidades tradicionales relacionadas a la educación y formación de nuestros hijos. Femineidad también involucra creatividad, responsabilidad y entusiasmo para afrontar retos de manera exitosa y destacada en nuestra sociedad (3).

Toda mujer merece un reconocimiento, sea madre o abuela, hija o sobrina, hermana o tía, vecina o amiga, profesional o ama de casa. El milagro de dar vida es solo uno de los significativos valores de la mujer (4). El amor de una mujer a su pareja, a sus hijos, a su trabajo, a los que le rodean, es inagotable y es razón de un sinfín de esfuerzos que realiza durante toda la vida.

Manifiesto mi admiración por esas mujeres que buscan afanosamente nuestra libertad e igualdad en  todas las áreas de la sociedad y especialmente, en el área laboral y en la defensa de nuestros derechos individuales y colectivos en los cinco continentes (5). “El mundo de hoy, por lo tanto, se abre ante la mujer, como un campo, para que ella plante la semilla de su femineidad y ésta pueda dar fruto” (6). Solo así la sociedad será enriquecida con los aportes de lo femenino para complementar lo masculino y compartir valores y potenciar sus esfuerzos de cara a los nuevos retos  y a los nuevos tiempos (7).

Cuanta alegría hay en mí por ser mujer y ser hija de otra mujer dotada con tantas cualidades especiales. Esa mujer es AIDA, mi madre.





Un poema y una canción complementan mi escrito. El primero, en una presentación, de Gabriel García Márquez “El dulce sabor de una mujer exquisita". La segunda, en voz de Ricardo Arjona, uno de sus éxitos musicales, "Mujeres".

Saludos  a tod@s.





Referencias

(1)    informador.com.mx.
(3)    Entremujeres.
(4)    Tuvozentuvida.
(5)    Mujeractual.
(6)    Buenas tareas.
(7)    Clubensayos.

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